A continuación el equipo de didáctica & IA en IGNITE Copilot, traslada su opinión al respecto del paper: Generative AI and the future of education
de Stefania Giannini – Assistant Director-General for Education UNESCO (July 2023.
La era de la inteligencia artificial generativa ha llegado, y con ella, una tormenta que amenaza con desmantelar las estructuras tradicionales de la educación. Este no es el momento para la complacencia o la cautela excesiva; es una llamada a la acción para los profesionales de la educación. La capacidad de estas tecnologías para generar contenido complejo y responder preguntas con precisión casi humana no es solo una novedad tecnológica; es un desafío directo a los métodos pedagógicos tradicionales y una oportunidad para reinventar el proceso educativo.
La pregunta ya no es si la inteligencia artificial generativa tiene un lugar en la educación, sino cómo podemos aprovechar su potencial disruptivo para mejorar el aprendizaje. La autoridad del conocimiento está en juego; estas tecnologías amenazan con usurpar el papel tradicional de los educadores como guardianes del saber, empujándonos hacia una era donde el conocimiento generado por IA podría dominar el discurso educativo. Debemos preguntarnos: ¿nos someteremos a la tiranía de los algoritmos o tomaremos las riendas para garantizar que la educación se mantenga diversa, inclusiva y profundamente humana?
El papel de los educadores está en una encrucijada. Frente a máquinas que pueden enseñar, evaluar y aprender, debemos redefinir lo que significa ser un maestro. La evaluación, como la conocemos, está obsoleta. Las pruebas tradicionales ya no pueden competir con la habilidad de la IA para procesar y regurgitar información. Necesitamos un nuevo paradigma que valore el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de cuestionar, no solo la capacidad de recordar.
Además, el surgimiento de esta tecnología plantea dilemas éticos y morales urgentes. Delegar la enseñanza a las máquinas no es solo una cuestión de eficacia; es una cuestión de valores. ¿Qué significa para nuestra humanidad si permitimos que la inteligencia artificial asuma roles tradicionalmente humanos en la educación? La responsabilidad de enseñar debe permanecer firmemente en manos humanas, guiada por principios éticos que aseguren que la tecnología sirva al bienestar colectivo, no al revés.
Las organizaciones internacionales como la UNESCO ya están movilizándose, desarrollando marcos éticos para navegar esta nueva realidad. Pero estas son solo guías; la verdadera prueba está en cómo los implementamos en las aulas, en las políticas educativas y en la práctica diaria.
Este es un momento crítico para la educación. La inteligencia artificial generativa nos desafía a ser audaces, a cuestionar las normas y a imaginar nuevas formas de aprender y enseñar. No podemos darnos el lujo de ser espectadores pasivos en esta revolución. Es hora de actuar, de adaptar nuestros métodos y mentalidades, y asegurar que la educación del futuro, aunque transformada por la IA, siga siendo una empresa intrínsecamente humana que enriquece, empodera y eleva a todos los estudiantes.
La inteligencia artificial generativa no es una amenaza; es una invitación a innovar y a reafirmar el valor insustituible de la enseñanza humana. La pregunta para los educadores hoy no es si podemos adaptarnos a esta nueva era, sino cómo lideraremos esta transformación para forjar un futuro educativo que sea inclusivo, equitativo y vibrante. La revolución ha comenzado; es nuestro deber moral y profesional estar a la altura del desafío.
En este contexto, el equipo tecnológico y de didáctica en IGNITE Copilot, ponen su know how de hace más de 10 años en el sector, para toda la comunidad educativa.
